La reunión Putin-Trump en Alaska es otra forma de expresar la realidad objetiva esencial: la del enfrentamiento y el conflicto de sistema contra sistema, durante más de un siglo, desde la Gran Revolución Socialista Soviética y la URSS: socialismo-comunismo contra capitalismo-imperialismo. Por el lado del socialismo-comunismo, este aún puede, empírica y objetivamente, sin una dirección socialista científica, marxista-leninista, que prepare y promueva conscientemente la Transición del capitalismo-imperialismo al socialismo-comunismo, pero también sin que ningúna dirección, como la de Putin, pueda impedir este conflicto y transición, salvo contenerlo por un período muy breve. Dado que la distancia entre la actual Federación Rusa y la anterior, así como la futura URSS, es muy pequeña, tanto en el espacio, como en el tiempo, como lo expresa el CCCR (URSS) en la camisa de su ministro de Asuntos Exteriores, Lavrov, en Alaska!!!, pero también el pueblo y el ejército soviéticos (con la hoz y el martillo en sus banderas) y sus Partidos Comunistas. Por parte del capitalismo-imperialismo, tanto objetiva e inevitablemente, como conscientemente, contrarrevolucionariamente, antisocialista y anticomunista, este sistema prepara, ensaya y realiza la guerra —con todos los medios, incluida la nuclear— y su nazifascismo, como único medio para intentar sobrevivir.
Trump, representante del imperialismo estadounidense (que concentra y centraliza en sus manos, cada día más, al imperialismo europeo-japonés), no solo no puede contener a este conflicto y la Transición, con acuerdos tanto engañosos como bravucones, como él de Alaska. Con reuniones y "acuerdos" con Putin, la Federación Rusa y lo que objetivamente, aun empíricamente, representan, junto con China Estado Obrero, Estados Obreros de Corea del Norte, Cuba, Vietnam, los Estados Obreros, pero también los Estados Revolucionarios, es decir, el campo socialista-comunista. Trump, conscientemente él, espera con tales reuniones-"acuerdos" ganar tiempo y encontrar mejores condiciones (que nunca volverá a encontrar) para preparar y hacer la guerra permanente y mundial —y nuclear— y el nazifascismo.
Y como advirtieron tanto Trotsky, como Posadas, EL MAS PROBABLE ES QUE EL IMPERIALISMO LANCE UNA GUERRA MUNDIAL AL MISMO TIEMPO O INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE ESOS SUPUESTOS “ACUERDOS” ENTRE LOS DOS CAMPOS-SISTEMAS. Primero, la guerra inmediatamente después del “Pacto de No Agresión Alemán-Soviético o Pacto Molotov-Ribbentrop”, y ahora esto corresponde en después del “Pacto de Alaska”. En aquel entonces se convirtió en la tragedia de la nazi alemana invasión en la URSS, pero que ahora solo puede repetirse como una farsa. Aquella tragedia tuvo su propio "dios máquina", que fue la "solución" a la tragedia, que fue la victoria de la URSS, hace 80 años, y la creación de nuevos Países Obreros (Socialistas) y Revolucionarios en el mundo, contra la guerra imperialista y el nazifascismo.
Ahora, la "farsa", significa que, hoy en día, todos la entienden muy bien y ya no hay nadie que crea en Trump y que cualquiera "coexistencia pacífica" entre los dos sistemas es posible: LA GUERRA IMPERIALISTA-CAPITALISTA -CON TODOS LOS MEDIOS, INCLUSO LOS NUCLEARES- Y EL NAZIFASCISMO ES INEVITABLE. LA RESPUESTA ANTIIMPERIALISTA-ANTINAZIFASCISTA, REVOLUCIONARIA Y SOCIALISTA-COMUNISTA DE LA HUMANIDAD ES INEVITABLE, CON TODOS LOS MEDIOS -INCLUYENDO LOS NUCLEARES-.
Otro aspecto de esta farsa de "acuerdo" es que tanto Rusia como China, y la humanidad entera, ahora lo saben bien y no se dejarán engañar —para terminar en tragedia, por la falta de preparación del campo revolucionario y socialista-comunista, como le ocurrió a Stalin con el "pacto de no agresión" con Hitler— por el juego del imperialismo mundial del "policía bueno y malo" de su mismo sistema criminal. Aun la victoria de la URSS contra los nazis estuvo acompañada por la tragedia de la rendición de las revoluciones antiimperialistas, anticapitalistas y socialistas en Europa —y en Grecia— ante el supuesto imperialismo "bueno" y "democrático", especialmente el angloamericano. La falsa separación en aquel entonces, entre imperialismo "democrático" y nazi-fascista, por parte de la burocracia estalinista de la URSS y la burocracia de los Partidos Comunistas, de Europa principalmente -y de Grecia-, significó una tragedia más, con los acuerdos de Yalta y Teherán, la llamada "coexistencia pacífica", la "guerra fría", la ganancia de tiempo y preparación y acción bélica-nazi-fascista del capitalismo imperialista y en definitiva, la rendición no sólo de las revoluciones, sino también de la propia URSS y de los Estados Obreros de Europa al capitalismo-imperialismo, por parte de su burocracia, siempre procapitalista-proimperialista y de la burocracia de izquierda, de todo matiz. Y entonces y ahora, a pesar de sus diferencias —principalmente económicas, comerciales y respecto a la dosis de guerra y nazifascismo imperialista de cada uno—, el imperialismo mundial está unido, concentrado —pero también cada vez más centralizado en torno al imperialismo estadounidense, como previeron todos los maestros marxistas-leninistas—, en torno al «inevitable conflicto y ajuste de cuentas final entre los dos sistemas, por todos los medios, incluso con armas nucleares» (J. Posadas).
Por eso Trump ya ha declarado la guerra a su principal enemigo, el comunismo, no solo en China, sino también dentro de los propios Estados Unidos, donde, además de su racismo fascista, estrangula el conocimiento en las universidades, ¡donde seguramente, florece el marxismo! Pero también contra la Cuba socialista, la Venezuela Bolivariana Revolucionaria y toda la Latinoamérica revolucionaria. Trump, un títere saltimbanco del imperialismo estadounidense, de su guerra y del nazi-fascismo (ahora sin ninguna base social de apoyo, pues las masas ven claramente que esto es ahora una tragedia criminal-ladrona por parte del imperialismo, pero también una farsa desde el punto de vista de las masas, que se movilizan diariamente, en los propios EE.UU., contra la guerra imperialista y el nazi-fascismo con el sentimiento generalizado de las masas por su victoria final).
Trump, tras intentar aterrorizar a la humanidad con sus bravatas, con aranceles y anexiones incluso en Canadá, Groenlandia, Dinamarca y Panamá, y continuar sin cesar, incluso antes y después del "Acuerdo de Alaska", fortaleciendo por todos los medios, principalmente militares, el régimen golpista, nazifascista y belicoso de Zelenski e Israel, un estado asesino y genocida contra los palestinos, ahora corre como un gato mojado hacia Alaska para salvar lo que pueda de lo que queda del imperialismo-capitalismo, tras los continuos golpes bumerán en su contra, en Ucrania y en todo el mundo. Golpes bumerán económicos, políticos, sociales, morales y militares, en un territorio ya en plena crisis de descomposición en su seno.
El "América Primero" de Trump representa la necesidad de concentrar y centralizar el imperialismo mundial en el imperialismo estadounidense, en la guerra y el nazifascismo, a expensas incluso del imperialismo europeo y, seguramente, principalmente contra las masas europeas. Son ellas a quienes Trump intenta someter, como el imperialismo intenta hacer con todos los países del mundo, ahora haciéndoles pagar el costo del armamento que los países europeos capitalistas-imperialistas, la UE y los países de la OTAN, comprarán a Estados Unidos. Y no solo para armar al régimen nazi-fascista-belico de Zelenski. Estados Unidos, con Trump o cualquier presidente, busca obtener ganancias económicas y, al mismo tiempo, alcanzar su máximo potencial diario en la construcción de sistemas de armas, principalmente para la guerra atómica, que es su último medio para su supervivencia. Intenta destruir a la humanidad y su futuro socialista-comunista. Esto es lo que el imperialismo europeo, la OTAN y la UE acuerdan conscientemente y se reúnen y concentran en torno al imperialismo estadounidense. ¡Porque saben bien que la preparación bélica y nazi-fascista de EE. UU. es lo que creen que también los salvará, en la tercera guerra mundial en curso que preparan y ensayan juntos! Siempre y en cualquier caso, contra las masas del mundo, y ahora abiertamente, contra los defensores de la humanidad, China y Rusia.
"América primero", por un lado, y su opuesto antagónico, "La humanidad primero", no son más que una de las formas extremas-finales que adopta el conflicto de sistema contra sistema y el ajuste de cuentas final entre ellos. O UNO, O EL OTRO. No hay solución intermedia, coexistencia, tercera vía, etc. El triunfo del socialismo-comunismo en este conflicto es seguro, inevitable, ya que también significará el fin definitivo de la división de la sociedad humana en clases explotadoras-opresivas —con todos los medios— y explotadas-oprimidas, en el camino hacia la sociedad socialista-comunista sin clases: Antes, durante y después de la guerra permanente, local pero también mundial, que el capitalismo-imperialismo prepara y ensaya. Ya no hay una sola persona explotada y oprimida que desconozca que esta sociedad sin clases será la liberación completa y definitiva del hombre, la fraternidad mundial, como ya se practica a diario y en todos los aspectos de la vida, donde pueda, pues siempre lo desea. Pero el humanismo marxista-leninista-trotskista-posadista —una utopía "factible"— aún hoy resalta la necesidad y la posibilidad de esta Transición violenta, conflictiva y bélica del capitalismo-imperialismo al socialismo-comunismo, que debe hacerse con el menor daño y pérdidas posibles para la humanidad, pero también para su medio ambiente.
La farsa del encuentro, el llamado "acuerdo" de Alaska y todos los acuerdos entre los dos campos-sistemas, significa que la humanidad conoce todo sobre los dos y su verdadero conflicto, que es atrás incluso de los "acuerdos". Esto no significa que el conocimiento sea suficiente para evitar que esta farsa se convierta de nuevo en tragedia. La humanidad y principalmente sus defensores, China-Rusia, la vanguardia revolucionaria, comunista, socialista, de izquierda mundial, deben y pueden organizar conscientemente este conocimiento, esta Transición inevitable, objetiva, aunque todavía empírica.
En primer lugar, solo así el campo revolucionario, socialista-comunista, podrá aprovechar cualquier contradicción en el campo contrario, incluso mediante acuerdos, pero también para agudizarlas aún más, siempre para impulsar la revolución y no someterse a ninguno de los miembros de la contradiccion intracapitalista-interimperialista, como sucedió con los acuerdos de no agresión ruso-alemanes, Yalta, Teherán, etc., y más recientemente con el acuerdo de Minsk, con su posterior tragedia para la humanidad.
Por lo tanto, la implementación consciente de toda la Estrategia, Programa, Política, Táctica, Organización y Acción del Socialismo Científico, el Materialismo Dialéctico Histórico, el Marxismo-Leninismo es necesaria y posible. Con el Partido Bolchevique-Sóviet-Internacional (J. Posadas) como Base en todas partes, y como Superestructura el Frente Único Antiimperialista Nacional, Local y Mundial (que ahora apenas emerge objetivamente y se construye en el mundo, los BRICS, etc.), el Frente Antiimperialista-Anticapitalista y Socialista Único de Izquierda -a pesar y en contra de su burocracia- y Gobiernos de Izquierda en todas partes. Expropiación y socialización de las empresas capitalistas-imperialistas y planificación de la producción y la economía en beneficio de las masas, en todas partes. Democracia directa(soviética), de abajo a arriba en el Gobierno de los países, en todas partes. Creación inmediata de nuevos Estados Obreros, en todas partes, a partir del restablecimiento de la URSS, tanto cerca la anterior, la actual transición a ella y la próximamente futura. Unidad del Movimiento Comunista Mundial, a pesar y contra sus dirigencias traidoras, como la del Partido Comunista de Grecia, que favorecen el capitalismo-imperialismo en sus países y en todo el mundo, dándoles una excusa, identificando, de forma contrarrevolucionaria y anticomunista (incluyen el Estado Obrero de China y su Partido Comunista en el imperialismo), a los dos campos-sistemas como imperialistas. Restablecimiento inmediato de la Internacional Comunista, que la burocracia estalinista disolvió y las burocracias "comunistas” la impiden rehacerse, en todos lados.
En los inevitables conflictos militares existentes entre los dos sistemas, local y global, el imperialismo, con su guerra y el nazifascismo, quiere y va a querer destruir a la humanidad y su medio ambiente para sobrevivir. El Campo Revolucionario Antiimperialista, Anticapitalista y Socialista debe querer y va a querer el menor sufrimiento posible para la humanidad, empezando por la destrucción, mediante ataques militares preventivos, de los centros militares criminales y nazifascistas del capitalismo-imperialismo, como ya sobre todo lo está haciendo la Federación Rusa con sus ataques preventivos en Ucrania. Con llamamientos simultáneos a las masas y soldados de los países imperialistas, beligerantes y nazifascistas atacantes, para que depongan las armas, desarmen sus ejércitos, se pasen al campo enemigo —como lo hacen por miles en Ucrania—, derroquen a los gobiernos imperialistas-capitalistas e instauren el Gobierno y el Poder y la Economía Obrero-Popular, en todas partes.
PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO (TROTSKISTA-POSADISTA)
SECCIÓN GRIEGA DE LA IV INTERNACIONAL DE POSADISTA,
19/8/2025
